b_annaEs un poco difícil escribir la reseña de un clásico reconocido por todos como una obra maestra cuando no me ha convencido básicamente porque me he acabado aburriendo. No sé si ha sido porque tenía que leérmelo en un  mes  para un club de lectura y al final fui un poco justa de tiempo o porque me gusta una literatura más intensa. El realismo no es mi género favorito la verdad aunque reconozco que es una obra muy interesante que puede generar horas de conversación por la multitud de temas que se tratan y no he podido evitar subrayar montones de fragmentos.

Es un libro muy largo que se publicó en parte a modo de folletín en prensa y que terminó editándose como un libro en 1877.  Es una de las obras cumbres del realismo ruso. Refleja con precisión la sociedad de la época con todos sus detalles.  Se muestra tanto la sociedad de las ciudades Moscú y San Petersburgo como la vida en el campo sobre todo de la nobleza. Los viajes al extranjero y las costumbres de las clases privilegiadas. La vida de los terratenientes y las condiciones de vida de los campesinos. Por medio de los personajes se expone diversas reflexiones sobre la modernización del campo, el reparto de la tierra, las costumbres frívolas de la nobleza que en su mayoría dilapida fortunas y vive por encima de sus posibilidades. Las mujeres y sus relaciones. Y en este marco nos planeta una historia de amor en un ambiente de lujo y alta nobleza.

«El fin de la civilización consiste en convertir todas las cosas en un placer» (pág 83)

Lo mejor del libro son desde luego las certeras descripciones de los personajes que no solo se centran en su descripción física sino que por medio de frases incisivas el escritor nos revela el carácter moral de los personajes.

Me llamó la atención como describe a Oblonsky hermano de Ana y representante de esa sociedad frívola y superficial.

«No escogía, pues, orientaciones ni modos de pensar, antes dejaba que las orientaciones y modos de pensar viniesen a su encuentro, del mismo modo que no elegía el corte de sus sombreros o levitas, sino que se limitaba a aceptar la moda corriente. Como vivía en sociedad y se hallaba en esa edad en que ya se necesita tener opiniones, acogía las ajenas que le convenían.» (pág 36)

También me hizo gracia la introducción de otro de los amigos del círculo.

«Yachvin, jugador y libertino, de quien no podía decirse que fuera un hombre sin principios, porque profesaba principios francamente inmorales, era el mejor amigo que Vronsky tenía en el regimiento.»

Son esas pinceladas con las que describe a los personajes lo que mas me ha impresionado de la obra. Esta descripción de Ana por ejemplo.

«Ana Karenina leía y se enteraba de lo que leía, pero la lectura, es decir, el hecho de interesarse en la vida de los demás, le era intolerable, tenía demasiado deseo de vivir por sí misma.»

O de su hijo Sergio un niño que debe madurar como consecuencia de lo que sucede a su alrededor.

Tenía nueve años, era un niño, pero conocía su alma, la quería y la cuidaba como el párpado cuida del ojo y, sin la llave del afecto, no permitía a nadie penetrar en ella. Sus educadores se quejaban, pero él no quería estudiar y, sin embargo, su alma rebosaba de ansia de saber. Y aprendía de Kapitorich, del aya, de Nadeñka, de Basilio Lukich, mas no de sus maestros. El agua con que el padre y el pedagogo trataban de mover las ruedas de su molino, ya goteaba y trabajaba por otro lado. (Pág 836)

Empecé a leer la novela con mucha ilusión disfrutando de las descripciones y del planteamiento de los diferentes personajes pero llegó un punto en que empezó a aburrirme. En mi opinión el libro se llama Ana Karenina como podía llamarse de otro modo porque se plantean muchas historias de forma paralela. De hecho no me parece que Ana sea uno de los personajes mejor tratados sino Levin, su alterego en la novela, un personaje que representa en cierto modo las preocupaciones del propio Tolstói con su búsqueda de la justicia, del sentido de la vida y las crisis religiosas. Y que a mi me ha parecido el mas complejo y mejor desarrollado. Y bueno quizás porque en cierto modo me identifico con sus crisis existenciales.

«Respecto a la religión, Levin, como la mayoría de sus contemporáneos, se hallaba en una situación indefinida. No podía creer, pero a la vez no tenía la certeza de que la religión no fuese justa y necesaria.» (Pág  702)

««Buscaba contestación a mi pregunta. El pensamiento no podía contestarla, porque el pensamiento no puede medirse con la magnitud de la interrogación. La respuesta me la dio la misma vida con el conocimiento de lo que es el bien y lo que es el mal.(…)»(Pág 1275)

Aunque es una historia conocida, es posible que la destripe un poco en la reseña por ello si alguien no quiere saber nada que no lea más.

Trata de un mujer casada Anna que se enamora de un hombre soltero, Vronsky que le hacía la corte a la hermana de su cuñada Kitty que finalmente se casará con Levin su otro pretendiente. Y esos serán un poco los los principales personajes Kitty y Levin, Vronsky y Anna y Dolly y Oblonsky el hermano de Anna. De las diferentes formas de vivir sus relaciones esas parejas también se extrae una especie de apreciación moral. De hecho todo el libro plantea la moralidad de la época. El marido infiel y la mujer consentidora, la pareja feliz y la mujer infiel que abandona a su marido. Y desde esos diferentes prismas se nos muestra la doble moral de la sociedad en las diferentes situaciones.

Cuando se conocen Ana y el Conde Vronsky surge entre ellos una relación amorosa ilícita y apasionada. A lo largo de la novela nos muestra el comportamiento de la sociedad ante esta relación que rápidamente se hace pública. Como al principio se ve como un juego con ligereza y como luego la sociedad acaba rechazando a la mujer que desea vivir su vida.

El personaje de Anna me ha parecido en cierto modo contradictorio por un lado una mujer valiente y decidida que apuesta por su amor frente a un matrimonio infeliz. Pero por otro una mujer caprichosa y extremadamente celosa. Bella y encantadora, culta e interesante que concentra toda su vida en complacer a su amante y acaba desquiciándose por los celos y la dependencia de ese amor. Un personaje que en lugar de crecer se deteriora poco a poco obsesionada por conservar su belleza y acaparar a su amor. Enamorada del amor en si mismo. Comprendemos su desgracia pero no logramos empatizar del todo con ella pues su comportamiento se hace cada vez más desesperado y en cierto modo ruín. Me ha faltado profundidad emocional en el personaje de Ana y en cierto modo es como si no terminara de creérmela. De todos modos si reconozco que  en algunos fragmentos de la novela si que queda Ana mejor representada. los problemas con sus hijos o su marido y su amante. Aunque eso queda cubierto de miles de descripciones y detalles sobre sucesos cotidianos que acaban restando pasión al asunto. Sobre todo sus reflexiones finales son las que mas nos muestran su forma de pensar. Cómo analiza su situación y no ve otra salida.

Aviso este es uno de los párrafos finales y mas importantes del libro así que si no quieres saber nada no lo leas.

«Mi amor se vuelve por momentos más apasionado y más orgulloso mientras que el suyo está apagándose; y así nos alejamos el uno del otro; y nada podemos hacer para cambiar esta situación. Para mí, él lo es todo y exijo que se me entregue completamente, en cambio él tiende más y más a alejarse de mí. Antes de nuestras relaciones íbamos uno al encuentro del otro y ahora nos dirigimos irresistiblemente por caminos opuestos. Y es imposible que cambiemos. Él me dice, y yo misma me lo he dicho, que estoy tontamente celosa. No es verdad: no estoy celosa: estoy descontenta. Pero…»

Agitada por un pensamiento que brotó de súbito en su cerebro, cambió de sitio en el coche y quedó extasiada, con la vista en un punto indefinido, y la boca abierta como si fuera a hablar. «Si pudiese ser algo más que una amante apasionada que busca sólo sus caricias. Pero no puedo ni quiero ser otra cosa. Y así solo despierto en él desagrado, mientras su frialdad me llena a mí de ira. Es una cosa fatal y no puede ser de otro modo. ¿Es que si tuviera el convencimiento de que no me engaña, que no tiene proyecto alguno con respecto a Sorokina, que no está enamorado de Kitty, ni me hará traición, me sentiría feliz? Lo cierto es que él no me ama; lo demás, ¿qué me puede importar? Es verdad que también sin quererme, podría mostrarse amable y dulce conmigo, impulsado por el sentimiento del deber. Y esto sería mil veces peor que el odio: esto sería el infierno. ¡Y precisamente lo que hay ahora es esto! Ya hace tiempo que no me ama. Y donde termina el amor empieza el odio.
«No conozco estas calles tan pinas… casas… más casas. Y en las casas tanta gente… Hay un sinfín de gente y todos se odian los unos a los otros.
«¡Bueno, imaginaré lo que necesito para ser feliz… Bien… Recibo el divorcio de Alexey Alejandrovich. Me dan a Sergio y me caso con Vronsky…»
Y al recordar a Alexey Alejandrovich, Ana se lo imaginó con extraordinaria precisión, como si lo tuviera ante ella con sus ojos dóciles, apagados, sin vida; con las venas azules transparentándose en sus blancas manos; con las peculiares entonaciones de su voz; con los dedos de las manos cruzados y haciéndolos crujir; y la idea de sus relaciones, calificadas también de amor, la hizo estremecer con un sentimiento de repugnancia.
«Bien: obtendré el divorcio y seré la mujer de Vronsky. ¿Acaso Kitty dejará entonces de mirarme como me ha mirado hoy? No… ¿Y Sergio dejará de preguntar por mi vida y por qué tengo dos maridos? Y entre Vronsky y yo, ¿qué nuevo sentimiento va a brotar? ¿Será posible una nueva sensación que, si no nos hace felices, consiga al menos que no nos sintamos desgraciados? ¡No, no, y no!», se contestó sin vacilar. «¡Esto es imposible! El abismo que nos separa es demasiado profundo. Yo causo su desgracia y él la mía. Se han hecho todas las tentativas, pero la máquina se ha estropeado.(…)
«¿Qué estaba yo pensando antes? ¡Ah, sí! Que no encontraré una situación en la cual mi vida no sea un tormento; que todos hemos sido creados para sufrir; que todos sabemos e inventamos medios para engañarnos a nosotros mismos. Y cuando vemos la verdad no sabemos qué hacer.» (pag 1 222)

Definitivamente no me ha convencido el personaje y estoy segura que una mujer como ella en la actualidad no actuaría así y aunque sé que debo ponerme en la situación de la época me fastidia que en todas las grandes novelas de la literatura donde las mujeres se salen un poco del tiesto y tratan de romper con lo establecido acaban todas fatal. Madame Bovary, La regenta  por nombrar algunas. Parece que en cierto modo como si en todas se buscara un final trágico para evitar que las mujeres se descarriasen o algo así. Y sobre todo las diferencias a la hora de afrontar la infidelidad masculina de la femenina. Pero claro creo que ese es en cierto modo el objetivo de la novela. Mostrar las contradicciones de las sociedades en las que viven los personajes.

El libro está bien escrito, con detalladas descripciones que en algunos momentos consiguieron emocionarme de entre las que destaco la carrera de caballos de Vronsky donde podemos casi ver el ambiente del hipódromo y todo lo que allí sucede. No los cito porque son párrafos largos y es mejor disfrutarlos en su lectura completa.

Otro momento maravilloso es la siega con Levin donde sentimos el sudor y el calor mientras usa la azada y creo que es el pasaje que más me ha gustado de la novela. Incluso el momento del parto al final del libro están descritos todos con maestría  pero a mi definitivamente el libro ha acabado aburriéndome y me falta emoción.

Lo vemos todo desde fuera un poco distanciados. Siempre desde una tercera persona y a pesar de que pasaban muchas cosas he sentido que no pasaba nada o cuando pasa algo interesante se salta de pronto a otra cosa mas densa y pesada como la descripción de las elecciones de la nobleza que al final del libro te acaba dando ganas incluso de dejarlo.

Como ejemplo de lo que digo  mientras estamos disfrutando de la conquista de Anna y cuando parece que se va a culminar la relación se produce una elipsis y en el siguiente capítulo ya la tenemos embarazada. No sé, esta claro que Tolstói quería huir del romanticismo y por ello en cierto modo el personaje mas castigado es el más romántico. Como si a modo de moraleja como dice uno de los personajes al final de la novela.

«Pasiones tan desesperadas no conducen a nada bueno».

Vamos que no es para nada mi estilo de novela. Yo soy mas de Unamuno de la acción y de los personajes profundos emocionalmente. Y sin embargo los personajes si se apasionan y nosotros somos testigo de sus pasiones. Me llamaron mucho la atención dos párrafos distintos que reflejan la evolución de los sentimientos de Vronsky, el amante de Ana.

Primero cuando tratan de separarlos y le parece imposible vivir sin ella

«Y los demás se empeñan en enseñarnos a vivir, No tienen idea de lo que es la felicidad; ignoran que fuera de este amor no existe ni ventura ni desventura, porque no existe ni siquiera vida», concluyó Vronsky.(pág 309)

Y la evolución de sus sentimientos cuando las cosas ya no fueron tan bien.

En cuanto a Vronsky, aunque se había realizado lo que deseara por tanto tiempo, no era feliz. No tardó en advertir que la realización de sus deseos no le procuraba más que un grano de la montaña de dicha que esperó. ¡Eterna equivocación del hombre que espera la felicidad del cumplimiento de sus anhelos!

Y eso que él la ama hasta el final

Vronsky la contemplaba como a una flor que, cortada por él mismo, se le hubiese marchitado entre las manos, y en la cual apenas se pudiese reconocer la belleza que incitara a cortarla. Y, no obstante, experimentaba la sensación de que aquel amor que antes, cuando estaba en toda su fuerza, hubiese podido arrancar de su alma, de habérselo propuesto firmemente, ahora le sería imposible arrancarlo. No; ahora no podía separarse de ella.(pág 581)

Hay ademas algunas reflexiones sobre las mujeres que son las que mas me han llamado la atención. Por un lado los comentarios de los hombres.

«Pero soy casado y créeme que (como ha escrito no sé quién), conociendo sólo a una mujer a la que ames, sabes más que si hubieras conocido millares de mujeres.(…)»
«Mi opinión es ésta: la mujer es la piedra de toque esencial en la actividad del hombre. Es difícil amar a una mujer y hacer a la vez algo útil. Para ello hay un remedio: desviar el amor por ellas casándose. ¿Cómo te diría…? —agregó Serpujovskoy, al que le gustaba hacer comparaciones—. Espera, espera… Llevar un paquete en la mano y hacer algo a la vez no es posible, pero sí lo es si te lo echas a la espalda. El matrimonio es así. Lo he visto cuando me he casado. Me sentí de pronto con las manos libres. Pero sin estar casado, y llevando ese fardo contigo, estás con las manos tan ocupadas que no puedes hacer nada de provecho. Fíjate en Masankov y en Krupov, que han estropeado sus carreras por las mujeres…
—¡Vaya unas mujeres! —dijo Vronsky, recordando a la francesa y a la artista con las que tenían relaciones los dos mencionados.
—Tanto peor cuanto más alta es la posición de la mujer en la sociedad, porque entonces no se tratará ya de llevar el paquete, sino de quitárselo a otro.
—Tú no has amado jamás —le dijo Vronsky suavemente, mirando ante sí y pensando en Ana.
—Puede ser. Pero acuérdate de lo que te he dicho. Y, además, piensa que todas las mujeres son más materialistas que los hombres. Nosotros miramos el amor como algo inmenso y ellas lo consideran siempre terre-à-terre. (Pag 512-513)

 Y por otro las reflexiones de las mujeres como los pensamientos de  Dolly en su coche cuando va a visitar a Ana, el recuerdo de la muerte de su hijo es un ejemplo genial del las dotes descriptivas y a la vez reflexivas del escritor. Es quizás uno de los fragmentos que más me ha impresionado y me ha parecido mas realista y certero.

«Y Daria Alejandrovna rememoró, con horror y dolor profundo, el fallecimiento y el entierro de su último niño, atacado por la terrible difteria: los gestos horrorosos provocados por la tos y los ahogos; el resuello de la garganta oprimida, llena de purulentas e inflamadas llagas; el último y supremo esfuerzo con la inminente asfixia —desorbitados y sanguinolentos los ojos; congestionadas las facciones, hinchadas, reventando las venas; crispadas las manos; enarcados el torso y las piernecitas—. Luego, el pequeño ataúd, tan fúnebre aun con sus colores claros —rosa y blanco— y sus adornos de pasamanería; el yerto cuerpecito, de frentecilla lívida con ricitos rubios; la boquita, morada, abierta como en gesto de extrañeza. Después el desgarrador adiós final, el lúgubre martilleo sobre los clavos que sujetaban la tapa de la caja, la partida del cortejo; todo entre la indiferencia de la gente. Y mientras, ella, en su dolor de madre, en la angustiosa opresión de su pecho, que le ponía un nudo en la garganta, se sentía morir, y lágrimas de fuego corrían por sus mejillas.

«¿Y todo para qué?», seguía la mente de Daria Alejandrovna. «¿Qué resultará de todo ello? Vivir sin un momento de tranquilidad, ora embarazada, ya dando el pecho; siempre de mal humor, riñendo, torturándome yo y torturando a los demás, causando repugnancia a mi marido. Así habré pasado mi vida y saldrán niños infelices, mal educados, acaso niños mendigos. (…)
Todos viven, todos gozan», continuó pensando, en tanto que pasaba ante las mujeres, atravesaba el puentecillo y, llevada con buen trote, entraba en la montaña. Iba cómoda, suavemente, dulcemente mecida, pero seguía con negros pensamientos. «Todos gozan, sí, y yo voy como si hubiera salido de la prisión, como si estuviese abandonando el mundo. Solamente ahora, por un momento, me he dado cuenta de todo… Todos viven… estas mujeres; y la hermana Nataly; y Vareñka y Ana, a la cual voy a ver; sólo yo no vivo. (…)
«Y criticar a Ana…», pensó después. «¿Y por qué? ¿Soy yo mejor? Por lo menos, tengo un marido al cual amo… No como quisiera yo, pero le amo… Mientras que Ana no amaba al suyo. ¿Qué culpa tiene ella? Ella quiere vivir. Dios nos ha impreso este deseo en el alma. Es muy posible que yo hubiese hecho lo mismo. (pág 963-965)

En resumen es una buena novela llena de matices y reflexiones morales sobre la sociedad rusa. Plantea una apasionada historia de amor que presenciamos como testigos y en torno a ello conocemos en detalle muchos asuntos pero es un libro largo que puede resultar muy pesado en muchas ocasiones. Por ello no lo incluyo entre mis libros recomendados aunque si creo que es una novela que se debe leer para hacerse una opinión propia sobre ella. Y desde luego tiene frases memorables como esta de resignación que al final parece ser un poco la enseñanza de la época

«No hay situación a la que el hombre no se acostumbre, especialmente si todos los que le rodean la soportan como él.»(Pág 1125)

 Existen un montón de versiones cinematográficas de esta novela http://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Karenina_%28pel%C3%ADcula%29