b_prisioneroEn cuanto comienzas este libro te ves envuelto en su halo de misterio y te sientes rápidamente intrigado por las cosas que se van planteando de manera se lee con voracidad, me lo he leído en dos días. Recuperamos los fascinantes personajes de las novelas anteriores, que aunque no es necesario haber leído, conviene tener frescas porque se atan algunos cabos.

La librería de los Sempere, padre e hijo, y esa Barcelona de postguerra donde la gente trata de ser feliz del mejor modo posible, en las estrecheces del régimen. En este entorno que conocemos de novelas anteriores nos retrotraemos en el tiempo a una historia más antigua.

A raíz de la aparición de un fantasma de su pasado, el personaje de Fermín Romero de Torres recupera protagonismo relatándonos la parte más oscura de su vida y que había mantenido en silencio hasta ahora. Una historia fascinante que nos tramite este personaje lleno de ironía y fatalismo, pero que al tiempo es un ejemplo de superación y buen humor. La descripción del tiempo que paso encerrado en el castillo de Montjuic y de las personas que allí conoce van desentrañando una trama que afecta a David Sempere  mucho más de lo que puede parecer.

Prisioneros republicanos concentrados en el castillo de Montjuic 1939

Los personajes están bien desarrollados y a la trama principal se unen las pequeñas historias cotidianas de los personajes que los completan dándoles humanidad y nos tienen siempre entretenidos. Además hay un montón de entrañables personajes secundarios que ayudan a Fermín a sobrevivir; el gitano Armando, el carcelero Bebo, el escritor Daniel Martín, el cura y muchos más… sin olvidarnos del malo malísimo, Mauricio Valls que encarna lo peor del franquísmo y que pone los pelos de punta.

Me ha gustado sobre todo el personaje de Fermín, su forma tan particular de ser y de hablar, lo convierten en un personaje fascinante. La frescura de sus diálogos es uno de los puntos mejores de la novela. Pongo este párrafo porque me encanto.

—Yo no soy de ningún bando —repuso Fermín—. Es más, las banderas me parecen trapos de colores que huelen a rancio y me basta ver a cualquiera que se envuelva en ellas y se le llene la boca de himnos, escudos y discursos para que me entren cagarrinas. Siempre he pensado que el que siente mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego.

—Lo debe usted de pasar muy mal en este país.

—No sabe usted hasta qué punto. Pero siempre me digo que el acceso directo al buen jamón serrano lo compensa todo. Y en todas partes cuecen habas.

—Eso es verdad. Dígame, Fermín. ¿Cuánto hace que no prueba un buen jamón serrano?

—6 de marzo de 1934. Los Caracoles, calle Escudellers. Otra vida.

El cura sonrió.

También está bien desarrollado el personaje de David en una época más adulta de su vida,  casado y con un hijo , que debe enfrentarse entre el deseo de venganza y el de proteger a su familia  consciente de sus responsabilidades pero dispuesto a todo si es necesario.

Me lo he pasado maravillosamente leyendo la novela, que se puede denominar de misterio y que te mantiene intrigado hasta el final, y  que nos deja con ganas de saber aún más. Eso es lo que quizás menos me ha gustado, un final demasiado abierto… al menos  queda perfectamente preparado para resolver en una cuarta parte… que manía con esto de dejarnos con las ganas.

Otra maravilla recuperar aunque sea episódicamente el cementerio de los libros olvidados. Me ha dejado tan buen sabor de boca que me apetece releer los libros anteriores para completar las cosas que se me hayan olvidado.

Tengo curiosidad por ver como se desenvuelve Zafón en otro ambiente y con otros personajes.