Los últimos días de nuestros padres, Joël Dicker Una apasionante historia de espías durante la Segunda Guerra Mundial que impacta por la humanidad de sus personajes y su gran emotividad. Me ha encantado y la recomiendo a todo el mundo. Lo considero de las mejores lecturas del año.

los ultimos dias de nuestros padresEsta fue la primera novela del escritor revelación de los últimos años con «la verdad sobre el caso de Harry Quebert» un libro que no me cansaré de recomendar. Este otro libro que fue escrito en el 2010 no ha sido publicado hasta el 2014 como consecuencia del reconocido éxito del escritor y me alegro de que haya servido para rescatarlo del olvido porque es una novela estupenda.

Ha conseguido que de nuevo me sumergiera con ganas en una historia de la II Guerra Mundial, un tema que en principio no me interesa y que sin embargo me ha atrapado desde las primeras líneas. Es increíble que un escritor tan joven consiga dar esa fuerza y calidad humana a sus personajes. Con decir que desde la segunda página del libro yo ya estaba llorando de emoción os digo todo. Y eso que no me considero una ñoña pero desde luego con este libro he llorado en multitud de pasajes sobrecogida de emoción provocando las risas de mis familiares que se burlaban de mi. Lo he devorado en dos días atrapada por la intensidad de la relación entre el protagonista y su padre al que debe abandonar por causa de la guerra. Una relación pura e intensa que será un poco el motor de la novela. Pero también me he emocionado con las relaciones de amistad que surgen entre los voluntarios franceses durante su formación en el ejercito británico para formar parte de un cuerpo de operaciones especiales y secreto, el SEO.

El libro en su primera parte nos habla de ese aprendizaje y formación, donde se forjan unos fuertes lazos de amistad y compañerismo entre el grupo, la superación de las pruebas, la sensación de soledad de no estar con tus seres queridos algo que queda perfectamente plasmado en cada línea. Yo no sé si ando con la hormona un poco desorientada porque me emocionaba a cada rato.

En la segunda parte del libro pasamos a las operaciones sobre el terreno, el miedo, la guerra, la ausencia de los compañeros y del amor, una parte del libro también profundamente emotiva y en ocasiones desgarradora.

La tercera parte nos habla de los finales, de las pérdidas, de la vuelta a la vida ordinaria, de dejar de ser héroes. Nos habla del odio, de los errores y de las imperfecciones del ser humano. Es una toma de tierra en la realidad pero también habla de la humanidad y del perdón.

En fin, es un libro que trata sobre todo de relaciones humanas en un  periodo de guerra que en cierto modo puede magnificar las reacciones y situaciones, pero que sobre todo nos habla de la humanidad de sus virtudes y defectos con una profundidad en las relaciones tan madura que parece mentira que se trate de la opera prima de un escritor de 25 años. Y aunque  el estilo es más sencillo y menos depurado que en «la verdad sobre el caso de Harry Quebert» la obra añade una emotividad e intensidad que no encontré en su segunda novela.

Desde luego no me extraña que le llamen el «irritante niño prodigio literario» porque antes de cumplir 30 años ya ha escrito dos libros maravillosos, es guapo, defensor de los animales y parece una persona simpática. Desde luego seguiré sus próximos trabajos muy de cerca porque me ha vuelto a conquistar.

De verdad teníais que verme llorar a lagrima viva, con los ojos rojos, el corazón en un puño y sin poder parar de leer, ha sido algo catártico. Hacía mucho tiempo que un libro no me emocionaba tanto. Es como si tanta lágrima me hubiera «reseteado» de algún modo. Una verdadera maravilla.