El club de los suicidas de Luis Mendez, es un libro complejo y profundo que trata sobre el derecho a la eutanasia o el suicidio del hombre y la vez en un repaso crítico de nuestra sociedad. Me ha parecido muy interesante y en cierto modo una lectura difícil aunque está muy bien escrito y merece la pena el esfuerzo. Me ha gustado incluso en un momento en que la lectura después de mi enfermedad es más complicada.

Reflexión más que novela

Esta obra me ha sorprendido porque ha sido una lectura de los autores nóveles que leo de vez en cuando y me he encontrado con una obra profundamente reflexiva y compleja. El título, que en cierto modo puede parecer de un thriller, es mucho más. En mi opinión es un ensayo filosófico escondido en una trama novelística.

Con ello quiero decir que no es una lectura de bolsillo, a mi me ha llevado más de un mes leerlo. No sólo por su tamaño, 536 páginas, sino también por la profundidad de sus reflexiones y en general su acierto en el estilo. Sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de un autor supuestamente novel.

En cualquier caso se nota un profundo conocimiento del lenguaje y una enorme experiencia vital en cada una de sus palabras. Es evidente por su forma de escribir, que se trata de un hombre de cierta edad y en cierto modo, nos conecta con el estilo de escritura más clásico.

Ensayo social

Me va a resultar difícil hacer una reseña breve de esta novela, porque nada en su concepción es breve. Cada una de las conversaciones y disertaciones de los protagonistas es una declaración de principios que se toma su tiempo para desarrollarse, pero siempre con acierto y un gran dominio del lenguaje.

Se tocan casi todos los temas que pueden interesar en nuestras sociedad actual y se puede decir que en cierto modo la obra es una declaración de principios en la época que le ha tocado vivir.

Un resumen de la historia

A modo de resumen, el protagonista, Fonseca, es un hombre maduro y reflexivo. Una persona individualista tanto en su forma de vivir como de pensar. Insatisfecho en cierto modo con el mundo en el que ha tocado vivir y existencialista en muchas de sus disquisiciones. Se reúne habitualmente con su amigo Acuña con el que disertan sobre diferentes aspectos de la sociedad en las que les ha tocado vivir mientras disfrutan de un buen vino. Entre los muchos asuntos que tratan surge el tema del suicidio por el que el protagonista siente interés.

Su amigo le confiesa estar relacionado con una especie de Club de los suicidas ubicado en Bruselas con el cual le puede poner en contacto para profundizar más en el tema sin ningún tipo de compromiso. Una vez allí Fonseca entrará en contacto con otro personaje Arsenio con el que experimentará un montón de vivencias y emociones contrastadas con respecto a la vida y la muerte. Cada una de estas experiencias será motivo para iniciar una nueva conversación profunda llena de conceptos relacionados.

No quiero revelar mucho más de la trama de la novela porque esta, no es el centro de la narración. En este caso, el subtítulo de la obra es casi más significativo de la historia «El malestar de la conciencia» es más bien el centro de la trama, pues en ella se tratan todos los numerosos temas que afectan a nuestras sociedad. En reflexiones o conversaciones entre los personajes nos vamos acercando a distintas visiones de la actualidad. Visiones que desgraciadamente ponen en evidencia la injusticia de la escala de valores por la que se guia el mundo y por la que desgraciadamente debe pasar la humanidad y el resto de las especies.

He tomado muchas notas pero no tiene sentido ponerlas en esta reseña porque al no estar dentro del contexto quedan un poco deslavazadas.

No es un libro amable en su conjunto, pues en cierto modo es difícil de leer, ya que cada conversación es una especie de debate filosófico que requiere poner toda la atención y por ello ha sido una lectura lenta, pero a mi entender satisfactoria. Incluso en un momento de mi vida que ha podido ser más difícil para mí, que otros más optimistas. Pero en general lamento decir, que me he sentido muy identificada con el personaje y su forma de pensar ante la sociedad. Ese pesimismo es en cierto modo una forma muy realista de ver nuestro mundo. Y muchas de las disquisiciones que se plantean son temas que en cierto modo me he planteado de alguna forma en la vida.

Opinión personal

En general es una lectura que me ha gustado mucho a pesar de parecerme difícil. La voy a incluir en mis recomendados porque realmente me ha gustado mucho, pero reconozco que no es un libro para todos los públicos ni todos los momentos. Requiere de mucha atención y como decía, es más filosófico que narrativo, por ello cuando uno se anime con el, debe hacerlo como lectura reflexiva, más que en busca de acción. Una vez asumido que estamos ante una obra de ese tipo su lectura se disfruta, porque es fácil identificarse con la forma de pensar de los personajes.

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