elviajero del slgloEste libro me enganchó nada mas empezar. Escrito con un estilo muy actual nos sitúa en una ciudad casi mágica y misteriosa a principios del siglo XIX que atrapa a un viajero empedernido y le retiene debido a la fascinación de sus gentes y sus callejas. Con un estilo que recuerda al realismo mágico nos vamos adentrando en los personajes con un aire de fantasía y misterio que solo desaparece en las reuniones culturales que se celebran en la casa de una de las señoritas principales de la ciudad de la que se enamora nuestro protagonista. Ella es una chica poco convencional interesada por aprender y con opiniones bastante adelantadas con respecto a la mujer para su época. El es un traductor que recorre el mundo sin posición ni fortuna. Pero además ella está prometida a uno de los nobles más importantes de la comarca.

El libro trata de ese amor imposible y apasionado y de todas las conversaciones que mantienen los personajes de una pequeña ciudad provinciana en esas veladas culturales donde se tocan temas de todo tipo desde poesía de todos los países europeos hasta la situación política de muchas de las potencias europeas del momento. En una época en la que tras el fracaso de la revolución francesa triunfa la restauración y se pierden las pocas libertades adquiridas vemos la pugna entre las ideologías más libres y los reaccionarios en el poder. De esas tertulias extraeremos una imagen muy fidedigna de la situación de Europa en esa época todo ello en el tono coloquial de una discusión de café. Estas partes pueden resultar muy pesadas para quien no le interese demasiado el tema porque hay que reconocer que el cuerpo del libro gira en torno a esas disertaciones.

Al tiempo se va tejiendo una trama entre los distintos personajes de la obra que si bien entretiene tengo que decir que al final no me ha gustado tanto como prometía. El final me ha dejado un poco intrigada y aunque lo he leído con interés me he quedado un poco chafada. Solo se lo recomiendo a l@s que le guste la novela con contenido histórico y literario. Sin embargo hay algunos personajes como el organillero del que se hace amigo el protagonista que transmite una enorme fuerza vital. El libro está bien documentado y bien escrito con un lenguaje ameno que plantea múltiples cuestiones desde la discusión dialéctica entre dos opuestos. Lo que podría recordar a los clásicos diálogos de Platón.