Hola a tod@s.

En contra de mi costumbre este post no es para hablar de un libro sino de mí. Es en cierto modo una disculpa, una confesión y una declaración de principios.

Antes de empezar saludar a los nuevos seguidores del blog,  este mensaje es un poco en atención a ellos pero también a aquell@s que me seguís desde hace tiempo y que seguramente ya habréis comprobado que no soy una purista de la ortografía.

Por eso viene mi disculpa. Sé que a veces pego unas patadas al diccionario que luego me dan vergüenza cuando lo releo y las detecto tiempo después. Suelen ser errores ortográficos, de puntuación e incluso de bailar palabras. Parece mentira que una persona tan lectora como yo cometa a veces esas faltas pero a menudo las prisas al escribir, los correctores ortográficos que a veces la lían más que ayudar y que tampoco me preocupo demasiado de revisar este tema pueden provocar que alguien se sienta molesto por ese tema. Lo siento. Mis profesores de literatura nunca lo entendieron porque leo mucho desde pequeña pero como no me fijo en la forma pues siempre he tenido más faltas de las normales en alguien que lee tanto como yo, proceso bien los conceptos, escribo más o menos bien pero el tema de las faltas siempre me costaba bajar la nota algún punto.

Pero ahora viene mi confesión, no soy nada purista de la ortografía porque en cierto modo creo que es una norma convencional que no afecta al concepto, al estilo o a la esencia de los textos. Yo escribo con el alma, como una cascada de palabras que reflejan mis emociones y pensamientos. Suelo ir al contenido buscando las mejores palabras pero no suelo fijarme en aspectos formales que no considero estilísticos.  Sé que eso puede resultar a muchos un grave error pero en eso me uno a otros escritores como e.e.cummings que trataron de escapar de las convenciones ortográficas.

Así que sintiéndolo mucho si alguien se molesta seguiré escribiendo por gusto, por recordar, por ayudar a otros a elegir una lectura pero hasta que no me paguen por una ortografía sin fisuras ejejej pienso seguir escribiendo a mi aire procurando tener cuidado eso sí, pero sin angustiarme si me dejo el acento en un después o pongo qeu en lugar de que.

Espero sepáis perdonar mi desidia en ese aspecto pero hay otras cosas que me preocupan más. Por cierto ¿mas o más? Siempre dudo si ese acento es necesario.