«Viaje de invierno de Amélie Nothomb es una novela breve narrada en primera persona por un hombre que piensa suicidarse estrellando un avión con todos sus ocupantes por despecho amoroso. Surrealista, provocadora y divertida. Me ha gustado»

Una escritora provocadora

Viaje de invierno Amélie NothombCada cierto tiempo me gusta leer alguno de los libros de Amélie Nothomb, que siempre me resulta crítica y divertida. Con su forma de escribir socarrona siempre acaba poniendo el dedo en la llaga en alguno de los problemas de la sociedad actual. En esta ocasión el tema elegido es terrorismo y el desamor. Nunca uno pudiera pensar que ambos estuvieran unidos pero es que en esta ocasión el protagonista quiere estrellar un avión para llamar la atención de su amada y echarle en cara su desprecio. Ante semejante personaje no queda más que leer la novela con curiosidad y una media sonrisa para ver en qué acaba todo ese sinsentido.

Los personajes están bien desarrollados y a pesar de la brevedad de la novela, los imaginamos perfectamente. El protagonista no puede ser más frikie y sin embargo en cierto modo acabamos incluso empatizando con el y eso que sabemos desde el principio la barbaridad que se propone hacer. Y es que esta escritora con su estilo tan provocador consigue que nos sintamos atraídos por personajes que no hay por donde cogerlos.

La fama de una masacre

En este caso un mediocre que pretende huir de la mediocridad a las bravas. Vivir ese instante de gloria cueste lo que cueste. Y sin embargo aunque este comportamiento nos escandalice, no es tan extraño en nuestra sociedad. Adolescentes que se lían a tiros en el instituto solo por pasar a al historia y vivir su momento de fama. O el caso aquel del piloto que se suicidó estrellando su avión demuestran que la sociedad está aun más enferma de lo que pueda representar una novela irónica.

Ironía y mordacidad

Y es esa ironía lo que mas destaca de esta novela y en general del estilo de la escritora. Los pensamientos de sus personajes y sus reflexiones suelen traspasar las fronteras de lo moralmente permitido.  Y otras veces esa acida mirada de la sociedad acierta de pleno en sus reflexiones como este comentario sobre una que se alegra de los fracasos de los demás y hace patente el odio y la envidia que subyace detrás de cada crítica.

«Soportar el discurso de los biempensantes ya resulta difícil de por sí, pero se vuelve insoportable cuando descubres la amplitud del odio oculto tras ese catecismo.» (Pág 11)

Opinión personal

Me ha gustado aunque es un relato breve y tampoco se le pueden pedir peras al olmo. Creo que cumple con lo que pretende la escritora que es hacernos reflexionar sobre algunas taras de la sociedad. Con una gran capacidad autocrítica pues algunas partes pueden resultar autobiográficas siempre me gusta leer a esta escritora. Lo recomiendo para aquellos que buscan lecturas poco convencionales aunque quizás no sea apto para todos los públicos porque es necesario leerlo con una doble lectura. Lo mejor el estilo crítico y el sentido del humor de esta escritora tan esperpéntica.