y las montañas hablaronEsta es la última novela de este ya conocido escritor afgano tras el éxito de sus anteriores novela, “Cometas en el cielo” que me encantó y recomiendo y de “Mil soles espléndidos” que me gustó menos pero que también es interesante.

La clave del éxito de este escritor es que combina muy bien la narración de emotivas vivencias humanas y personales dentro de un marco histórico de interés por la convulsa situación de su país.

En esta ocasión el libro en su vertiente histórica no sólo trata de Afganistán sino también de la vida de los afganos en el exilio o de los cooperantes que ayudan a la reconstrucción del país tras la guerra y además evita profundizar en episodios de la guerra que ya ha tratado en anteriores novelas cosa que se agradece. En cuanto a las vivencias personales la obra trata de la traumática separación de dos hermanos que se adoran cuando tras la muerte de la madre el padre se ve obligado a vender a la hermana pequeña para sobrevivir. Una situación ya de por sí desgarradora marcará la vida de todos los protagonistas será el hilo conductor de la narración.

La novela está contada a modo de fragmentos independientes donde los diferentes personajes van contando un poco de su historia personal y su relación con los hechos de la separación de los hermanos. Conoceremos primero su infancia unida en la aldea mísera donde deben sobrevivir, luego conoceremos las personas que provocan la separación. Las frustraciones de una mujer bella y rica pero infeliz y estéril y los deseos de un hombre bueno y enamorado que cree hacerla el mejor regalo del mundo a través de la maternidad. Sin embargo las cosas no son nunca tan fáciles ni lo serán para la madre ni para la hija que crecerá en Francia con una sensación de desarraigo y ausencia a pesar del olvido de sus raíces.

Lo interesante del libro es como muestra las diferencias a la hora de afrontar las catástrofes por parte de los privilegiados o los pobres. La posibilidad de huir de los conflictos de los ricos o como por elección personal uno puede elegir quedarse y sobrevivir como se pueda. También habla de la injusticia que genera los conflictos pero además recalca el valor de las relaciones humanas que permiten crear vínculos incluso mas poderosos que los meramente familiares entre las personas.

Es curioso porque los libros que he leído recientemente parecen estar de algún modo conectados por los temas. El desarraigo que provoca la guerra, los problemas entre padres e hijos de nuevo el suicidio del que hablaré con mas detalle en la siguiente reseña. Pero sobre todo de nuevo el poder de las relaciones humanas que dan el sentido a nuestras vidas.

No quiero desvelar nada de la trama porque es parte de la clave de la historia pero decir que es una novela de personajes y vivencias donde la historia se usa como marco de la narración pero no tienen mas transcendencia.

Me ha gustado bastante y he disfrutado su lectura. Se lee con facilidad y las palabras te arrastran. Huye de la sensiblería facilona que me disgustó de “Mil soles espléndidos” y nos muestra una visión bastante acertada de cómo pudieron ser las vidas de los personajes.

Al finalizar su lectura no puedo evitar tener cierta sensación de injusticia con los que se quedaron en Afganistán y que al final siempre son los más perjudicados del conflicto aunque en esta ocasión la historia es en cierto modo mas internacional que en sus novelas anteriores.

Me ha gustado en general y lo recomiendo como una lectura interesante. Quizás no esté a la altura de “Cometas en el cielo” en emoción e intensidad pero he disfrutado leyéndolo. Una lectura perfecta para el verano.