El sabotaje amoroso de Amelie Nothomb, una novela de vivencias y recuerdos de la escritora de su infancia en China y su despertar al amor, escrita con su particular estilo. Me ha gustado.

Un recuerdo biográfico
En esta obra, la original escritora escribe los recuerdos de su infancia en el Pekín de la china comunista a finales del siglo XX.
Es un libro entretenido que cuenta la forma de vida de unos niños extranjeros en San Li Tun, un barrio donde residen los extranjeros en medio del Pekín comunista. Esa sensación de vivir en un lugar inexistente, en tierra de nadie, al margen de las cosas propias del país pero también de las costumbres propias convierte la novela en una especie de fábula. Una época que si bien puede que para los adultos no fuese ideal queda reflejada para una niña como un momento inolvidable ya que la permitió vivir en un mundo al margen de los adultos y con su propio esquema de valores.
Metáforas a través de la infancia
A la vez el libro es una metáfora de muchas cuestiones que nos afectan a todos de algún modo.
Por un lado el libro en cierto modo habla de la guerra y de cómo el ser humano, y más concretamente los niños tratan de imponer su punto de vista por la fuerza. Las luchas de poder y los juegos de la infancia demuestran hasta qué punto los niños son crueles en sus juegos y cómo a la vez son muy certeros en sus apreciaciones, ya que los cobardes son descubiertos desde muy tierna edad.
Por otro lado habla del amor y de la fascinación que nos producen las personas diferentes e inaccesibles a nosotros. En este caso el amor que la protagonista siente por una bella niña de su colegio, que trata con indiferencia a todo el mundo, y cómo por ese rasgo la convierte a la vez en alguien diferente y especial. Ese despertar al amor de la niñez y cuando por primera vez deseamos gustar a alguien de una forma romántica queda muy bien plasmado y a la vez la frustración por sentirse maltratado amorosamente..
La obra es breve y sencilla porque trata del recuerdo de una época concreta pero a la vez importante en la biografía de la autora. Vivir la infancia en un lugar extraño para ti y los tuyos, y un poco para todos los que viven en esa especie de gueto para extranjeros, al margen de la realidad china pero viviéndola en cierto modo.
Opinión personal
Es una lectura agradable y entretenida. Como siempre esta escritora plasma sus vivencias de una forma muy personal, sin ser profundos logra plasmar en obras muy originales aspectos más dramáticos de la sociedad. A la vez logra captar lo insustancial y divertido de las materias pero siempre abordando aspectos profundos de la realidad. Es cómo si tras una apariencia sencilla nos hablara de algo más importante.
Sus obras breves permiten hacer estos juegos curiosos y yo no puedo evitar leer cada libro suyo que cae en mis manos porque me fascina y me resulta muy original siempre su lectura sin resultar espesa. Nuevamente lo recomiendo. Si bien no es un libro muy profundo y no cuesta leerlo, siempre aporta un doble sentido en sus obras.
Otras obras de la autora
He leído algunos libros más de esta original escritora y si tienes curiosidad puedes encontrar otras reseñas en el blog:
A veces hay que hacer un alto. Como no te imagino descansando ¿por qué ese libro que te comente hicieras no puede consistir en la edición de una selección de tus recensiones? Podría convertirse en una guía didáctica actual (guía del buen leer) sobre las obras que entiendes deben ser leídas y que aportan eso que todos sentimos cuando leemos una buena obra o vemos una buena película (cada vez menos en este mundo de ángulo estrecho que sólo enfoca hacia Jolijud) . Hay un libro desconocido por olvidado que para mí es una joya: «El hombre que ríe», de Victor Hugo, con su lobo filósofo Homo (hombre) y su personaje principal, el anciano Ursus (oso). y que recoge a un niño que siempre sonríe cómicamente. La sonrisa es una operación que hacían los traficantes de niños la época para que no se los reconociera.
En Wkp, dicen: «El hombre que ríe» fue poco apreciado en su época, a pesar de que Victor Hugo lo consideraba lo mejor que había escrito. Era demasiado barroco. «He querido abusar de la novela», escribió, «he querido crear una epopeya. He querido forzar al lector a pensar en cada línea. De aquí una especie de cólera del público contra mí». En «El hombre que ríe», poema visionario, se unen todas las ideas que aparecían en sus obras anteriores. Como escribió Baudelaire, «lo excesivo, lo inmenso, son el dominio natural de Victor Hugo, se mueve en ellos como en su atmósfera natal». Es una novela sobrecogedora de principio a fin. En todas sus páginas se pueden encontrar frases antológicas.
Saludos y descansos.
Gracias Luis pero no me atrevo a tanto jejeje.De momento me conformo con leer y bueno poco a poco. Tomo nota de «El hombre que ríe» no lo conocía y tiene muy buena pinta así que me la apunto en mis libros recomendados para que no se me olvide.