divina providencia Después de la densidad de Ana Karenina he agradecido la frescura y el humor cáustico de esta novelita francesa que con  150 páginas consigue hacer un breve pero certero reflejo de la vida de los personajes que confluyen en un cúmulo de casualidades que entretejidas como en un encaje de bolillos hace que sus vidas queden irremediablemente conectadas.

Es una novela fresca escrita sobre todo en forma de diálogo y mostrando en cada capítulo de forma en principio deslavazada la vida de los distintos personajes a cada cual más interesante y con una historia más compleja. Todos se encuentran en ese momento en la encrucijada de sus vidas. Ese instante donde todo se recoloca y te cambia la vida de repente. «la línea de sombra» que decía Conrad cuando debemos en cierto modo decidir quienes somos en nuestra esencia vital.

No paran de pasar cosas desde las primeras líneas  escrito con frases breves frescas y llenas de ironía. Te ves de pronto atrapado por las vicisitudes de los personajes y no puedes parar de leer. Yo me lo leí en un día y no quise acostarme hasta que no lo terminé. Me encanta esa sensación cuando un libro te atrapa.

Es un libro positivo y optimista como un bonito cuento donde los personajes las pasan canutas y todo acaba bien como por arte de magia. Me ha gustado porque te deja muy buen sabor de boca y una sonrisa admirada ante el precioso tejido que consigue hacer con todos los personajes aparentemente inconexos.

Es una novela muy visual casi como un guión cinematográfico que imaginas como una comedia satírica de la sociedad. Porque aunque tiene un final «sospechosamente» feliz es precioso creer en los cuentos y sin embargo no es noña. Es una obra profunda donde la escritora con su ritmo ágil nos habla en primera persona de la situación de las madres solteras, del trabajo esclávizante de la sociedad moderna , del racismo, de la soledad, la vejez, la enfermedad y el cáncer, la infidelidad, y la fuerza y el optimismo de las nuevas generaciones. Un libro que describe perfectamente con pinceladas llenas de humor ácido la luchas por la vida de nuestro día a día.

Los personajes elegidos representan distintos sectores sociales, sexos y edades. Los llegamos a entender en su esencia pues sus reflexiones en primera persona ante las cosas que les pasan nos dan un retrato muy realista de todos ellos y aunque somos conscientes del artificio de la carambola del destino que acaba conectándolos a todos es maravilloso como lo logra. Una historia perfectamente estructurada y muy bien resuelta a pesar de su brevedad.

Aunque no es un libro donde uno desee subrayar constantemente si conlleva una filosofía de andar por casa, las enseñanzas de las pequeñas cosas de la vida y la evolución de los personajes.

Destaco sólo una frase del principio del libro que me gustó mucho y que ya da una pista de la línea que seguirá el texto. Es una reflexión de las protagonistas acostumbrada a los desprecios y a morderse la lengua nos explica como se siente ante esas imprecaciones de un modo muy acertado.

«Por un momento pensé en esas frases fantasmas, esas contestaciones feroces, esas miles de réplicas nunca dichas, sofocadas para siempre, invisibles, en esas garras desafiantes que jamás han salido de mi cuerpo».(Pág 3)

Me ha encantado y lo recomiendo para cualquier edad y momento. Es más creo que me lo voy a volver a leer porque lo he devorado con tanta curiosidad que quiero volver a apreciar todos los detalles.

Desde luego la nueva novela francesa últimamente no me defrauda. Siempre aporta cosas nuevas.