Un libro sencillo y delicado que trata sobre las relaciones humanas y su fuerza, cuando las personas conectan.
En el libro una asistenta japonesa nos cuenta en primera persona la especial relación que surge entre ella, su hijo y el profesor al que le limpia la casa y hace la comida. El profesor es una persona muy particular, un genio de las matemáticas, que debido a un accidente sólo recuerda los últimos 80 minutos de su vida actual mientras recuerda todo lo que le sucedió antes del accidente. Unas circunstancias que marcan su vida incapacitándolo para trabajar y para llevar una vida corriente. El amor que el profesor siente por las matemáticas y los niños hará que entre ellos creen una especie de familia muy particular.
Con una sensibilidad muy contenida, muy al estilo oriental vamos progresando en la relación entre los personajes pausadamente, saboreando cada detalle hasta su desenlace. No es una historia apasionada pero sin embargo logra transmitir la emoción de la dulce y efímera complicidad que ese establece poco a poco entre ellos.
Un libro sencillo y a la vez poético donde mucha de la poesía reside en las matemáticas. La forma en la que se cuentan las relaciones entre los números es fascinante, a mi que las matemáticas nunca se me han dado muy bien y he disfrutado de cada una de las explicaciones que el profesor da sobre los números y sus relaciones los primos, que tan de moda están últimamente, los números gemelos, los elegantes números triangulares… son estas explicaciones matemáticas lo que convierten este libro en algo muy original… plasma la poesía de los números con la belleza sencilla de un largo “haiku” japonés.
Me ha gustado mucho, se lee con facilidad pero al tiempo es lírico, profundo y original. Leeré mas cosas de esta escritora.
Últimamente se están escribiendo muchos libros sobre autismo y otras particularidades de la mente bastante interesantes este es uno de ellos totalmente recomendable para cuando uno quiere una lectura sencilla, positiva y humana.