Cómo cada cierto tiempo me gusta leer una obra clásica en esta ocasión me animé con esta historia de fantasmas y tensión psicológica. Un clásico del género de terror publicado en 1898 que supuso un cambio en la forma de afrontar estas historias. La novela arranca cómo un relato dentro de otra narración en la que un personaje narra en una noche de cuentos de miedo al calor de la hoguera la historia vivida por una institutriz conocida suya y la cuenta cómo algo que ha sucedido de forma real hace ya tiempo. Una vez que nos introcimos en la harración es la institutriz la que nos contará las experiencias vivida por ella en primera persona en la mansion victoriana a la que acude para encargarse de la educación de unos niños huerfanos en un entorno ya de por si extraño porque el tutor no quiere saber nada de los niños ni que se le moleste para nada.
Desde que ella llega a la casa se va planteando un ambiente extraño y tenso conociendo al resto del servicio de la solitaria casa y las circunstancias misteriosas en la muerte de los anteriores responsables de los niños. La presencia de la casa y el paisaje brumoso, el ambiente opresivo y lleno de secretos crean el entorno necesario para las apariciones de los fantasmas de esos personajes, en una historia ambigua y confusa donde se nos plantea una historia de apariciones misteriosas y extraños comportamientos en los niños. Pero nunca sabemos si la protagonista ha vivido los hechos tal como los plantea o esta desequilibrada y todo son imaginaciones suyas…
Una historia curiosa en cuanto a su contenido que me he ha resultado demasiado retórica por el estilo narrativo tan de la época en la que fue escrito y que para mi gusto es un poco distante. En las circunstancias en las que pasa todo los personajes me parecen muy controlados. Hacen en cierto modo como que las cosas no están pasando y eso es extraño. Quizás vaya más con el carácter ingles de tratar de evitar las situaciones tensas y comprometidas, pero con ese barniz de normalidad me parece qeu se pierde un poco de impacto en las situaciones más misteriosas. Claro que esa es una opinión muy personal sobre cómo contar historias de miedo. Me gustan mas los cuentos románticos o al estilo de H. P. Lovecraft donde los personajes sufren con la vorágine de lo que les esta pasando. Si a mí me pasasen las cosas que el pasan a la institutriz creo que hubiera vivido todo con mucha mas intensidad. Por otro lado puede que esa sea una de las claves de la transcendencia de la obra, pues es gracias a esa indiferencia ante los sucesos extraordinarios cuando nos planteamos de nuevo, si lo que se cuenta es algo real o fruto de una imaginación perturbada.
Me ha gustado. Se lee con agilidad pero no me ha inquietado tanto cómo esperaba.
Por curiosidad esta novela ha servido de referencia e inspiración en numerosas películas cinematográficas. que he sacado de http://es.wikipedia.org/wiki/The_Turn_of_the_Screw
- El capítulo de Matinee Theatre con el título The Others (1957)
- El capítulo de Startime con el título The Turn of the Screw (1959)
- The Turn of the Screw, dirigida por John Frankenheimer (1959)
- ¡Suspense!, de Jack Clayton (1961)
- Die Sündigen Engel, de Ludwig Cremer (1962)
- Le Tour d’écrou, de Raymond Rouleau (1974)
- The Turn of the Screw, de Dan Curtis (1974)
- El capítulo de Nouvelles, con el título Le Tour d’écrou (1974)
- Otra vuelta de tuerca, de Dimitrio Salas (1981)
- Otra vuelta de tuerca, de Eloy de la Iglesia (1985)
- El capítulo de Nigthmare Classics, con el título The Turn of the Screw (1990)
- The Turn of the Screw, de Rusty Lemorande (1991)
- The Haunting of Helen Walker, de Tom McLoughlin (1995)
- El celo, de Antoni Aloy (1999)
- The Turn of the Screw, de Ben Bolt (1999)
- The Turn of the Screw, de Nick Millard (2003)
- Giro di vite, de Marco Serafini (2008)
- The Turn of the Screw, de Tim Fywell (2009), para la BBC.
Además, influyó sobre cineastas como Alejandro Amenábar (Los otros), Carlos Enrique Taboada (El libro de piedra) o Narciso Ibáñez Serrador (el capítulo El muñecode las Historias para no dormir).