Este libro continua la línea iniciada en “Ensayo sobre la ceguera” de crítica a nuestra sociedad actual. En este caso plantea en la misma ciudad donde la gente se que quedó ciega del libro anterior un caso similar… De pronto en las elecciones municipales todo el mundo decide votar en blanco. Este acto en apariencia inocente y un derecho de todo votante lo convierten los políticos desconcertados por el vacío de poder generado en una amenaza para la democracia y los acontecimientos se precipitan, estado de emergencia, sitio, limitación de las libertades personales. Cualquier cosa vale con tal de superar la situación.
Esta obra me ha parecido todavía más deprimente que el ensayo de la ceguera pues en aquella había una vía de esperanza en el corazón humano pero en este último libro la esperanza es aplastada por el peso del poder. Es una obra que plantea los abusos políticos y de poder de nuestras sociedades democráticas. Su estilo siempre sin fisuras largas frases, llenas de pensamientos enlazados y su siempre satírico sentido del humor. Saramago nunca defrauda pero no es una de las obras que más me ha gustado.