Tenía muchas ganas de leer este libro por las estupendas críticas que había visto en todos los lados. Es un libro sencillo y sin pretensiones, que merece la pena leer, ya que te obliga a pensar en las cosas que plantea. Al menos a mi me ha hecho reflexionar bastante después de su lectura e incluso escribiendo esta reseña me doy cuenta de nuevos matices que se esbozan en él.
Es una historia breve escrita con simplicidad, que se lee fácilmente y que sin embargo plantea muy bien los escasos personajes que aparecen, con un desarrollo muy profundo de sus sentimientos y anhelos. Ojo al principio puede parecer lento pero hay que terminarlo.
Un anciano oriental, refugiado de una guerra cualquiera, llega a un país indeterminado, sin conocer ni el idioma ni a nadie, solamente acompañado por su nieta casi un bebe, el único lazo que le une con el mundo y que le da fuerzas para vivir. El anciano vive en una casa de acogida, incomunicado de un mundo con el que no sabe cómo conectar, pero un día en sus paseos traba una curiosa amistad con otro hombre, también solo y viudo, con el que se entiende a nivel humano a pesar de no comprenderse ni una palabra.
En este cuento se tratan sobre todo los sentimientos de desarraigo y de pérdida tras un conflicto armado. La indefensión del individuo frente a una catástrofe de ese tipo. La pérdida de las raíces y la familia, el dolor y la soledad cuando sólo nos quedan los recuerdos a los que aferrarnos, la frialdad e incomunicación de las grandes ciudades, la falta de compasión y humanidad… Pero sobre todo habla de la necesidad que tenemos los humanos de establecer lazos emocionales que den sentido a nuestra vida. Para ser algo más que un cascarón vacío. Cuidar de su nieta, visitar a su amigo se convierten en el centro de la vida del protagonista, su motor. Profundiza en esa necesidad que puede ser prioritaria incluso por encima de las necesidades más primarias como la alimentación o el alojamiento.
Un libro interesante que no se entiende en toda su magnitud hasta que se ha terminado y que es precisamente la reflexión que hacemos tras ese final lo que le da aún más profundidad a la historia. Me ha parecido muy recomendable y cada vez que pienso en cómo está contada la historia, más me gusta.
Parece que la literatura francesa actual está sobre todo interesada en la exploración de los sentimientos humanos en forma de cuento, lo que me parece últimamente logran con bastante acierto.
SÍ es muy bueno este escritor y al llegar el final me obligó a leerlo nuevamente, para saber como uso el juego de palabras para no darme cuenta de la historia.
Otro libro francés que lo recomiendo, breve como este «La intrusa» de Eric Faye. Basado en una noticia real en japón y este escritor hace esta novela corta.
Un abrazo y como siempre gracias por tus comentarios.
Lis
Coincido contigo en esta lectura, totalmente recomendable. Y su final fascinante. Gracias por la recomendación de «La intrusa» lo he leído también y me gustó aunque menos que este también hace pensar mucho puede ver la reseña si quieres en https://meencantaleer.es/la-intrusa-eric-faye/ Gracias a ti por tus comentarios y seguir el blog.
Philippe Claudel… un genio