Los siete minutos de Irvine Wallace es una extensa novela que narra como la mojigata sociedad americana pretende censurar la publicación de un libro explícitamente sexual acusándole de las influencias que provoca en al juventud relacionándolo con una reciente agresión sexual. En la novela se desarrolla el juicio pero también se analizar la doble moral norteamericana. Me ha gustado y aunque para algunas personas puede resultar pesado yo lo he devorado.

Los siete minutos y la moral americana

Los siete minutos. Irving Wallace. Me encanta leer.
Los siete minutos. Irving Wallace.

He leído este libro sin tener ninguna referencia, más que nada porque estaba en el ebook. La verdad, es que me he ido enganchando y lo he acabado devorando en un tiempo récord de tres días a pesar de tener 607 páginas en las ediciones en papel y muchas en más en formato ebook.

El libro narra cómo un abogado que va a iniciar una nueva vida laboral junto al adinerado padre de su novia y futura mujer, acepta un caso presuntamente rápido de resolver, para defender a un amigo editor. Un librero va a ser juzgado por vender un libro que su editorial acaba de publicar y al que acusan de ser «licencioso o inmoral». El caso, que aparentemente iba a ser rápido, se complica y se convierte en un juicio a nivel internacional en que se juzga la libertad de expresión frente a la protección de la sociedad frente a lo presuntamente obsceno. Todo ello, se ve además magnificado en la prensa y la sociedad, por el impacto de la agresión sexual a una chica por un joven, que supuestamente lo cometió influido por la lectura del libro.

En el libro se tratan multitud de cuestiones que es muy difícil tratar de abordar en un breve resumen, porque no solo es un libro amplio, sino que además toca muchos temas. El principal sin embargo es la libertad de expresión y los límites de la protección de la sociedad frente a la pornografía en la sociedad norteamericana de los años 70.

En este caso, se pretende considerar pornográfico un libro que narra de forma explícita las emociones y sentimientos de una mujer en los siete minutos en los que logra el orgasmo en sus relaciones sexuales. Sin embargo el libro no es explícitamente pornográfico sino que pretende ser una obra maestra incomprendida de la literatura. Se trata de como la subjetividad de los lectores puede convertir una lectura en algo obsceno o en una obra de arte.

Son numerosos los fragmentos que he subrayado de esta novela y no puedo evitar copiar algunos que hacen referencia a mis comentarios. Como por ejemplo este que cito a continuación. En el que Jadway es el escritor del libro juzgado

El editor de Les Lettres Nouvelles, Maurice Nadeau, preguntó en cierta ocasión: «¿Por qué el amor, que constituye el tema principal o secundario de ocho de cada diez novelas, tendría que detenerse junto al borde de la cama alrededor de la cual se corren las cortinas?» Al fin y al cabo, la misión de la literatura, dijo, consiste en analizar el corazón humano, analizar todas las manifestaciones del ser. Y después añadió: «La forma en que las personas se hacen el amor puede indicarnos mucho más acerca de ellas que cualquier análisis o estudio. Revela, además, una forma de verdad que es interesante porque suele estar oculta.» Con este libro -dice Ingram-, Jadway le hizo un favor a la humanidad.

Pág 627.

A lo largo de la novela vemos además como confluye sobre el personaje la presión de la sociedad y los grupos de poder que pretenden silenciar y denunciar la novela como única vía para conseguir liberar al joven hijo de un famoso publicista del asesinato cometido. El publicista rodeado de la influencia de grandes inversores, el fiscal y los miembros de la pacata sociedad norteamericana acusan a la novela como causante del asesinato.

Hay una paradoja que nos planteó el estudioso de problemas de censura Gerson Legman: «El asesinato es un crimen. La descripción de un asesinato no lo es. El sexo no es un crimen. La descripción del sexo sí lo es.» Este punto puede desarrollarse también en otro sentido. El conocido antropólogo británico Geoffrey Gorer se ha preguntado por qué los censores creen que la lectura de un libro que trate del sexo deprava, corrompe e induce a una persona a la violencia sexual, no creyendo en cambio que la lectura de un libro que trate de un asesinato deprave, corrompa e induzca a una persona a cometer un asesinato.

Pág 752.

El abogado ve, cómo sus relaciones personales se ven expuestas e incluso como su figura personal y laboral, puede acabar totalmente denigrada ante el resultado del juicio y las presiones que sufre por su causa. El impacto que los medios, y las presiones externas pueden tener sobre un individuo.. En este punto, se analizan además, las relaciones amorosas del propio protagonista y cómo el juicio afecta sobre ellas o, los dobles juegos que muchos personajes tienen en la narración.

En fin que no quiero desvelar nada pero si puedo decir que en la novela pasan muchísimas cosas, que cambian continuamente en cada capítulo y en las que se pone en evidencia muchos de los valores de la sociedad norteamericana. pero en muchas ocasiones extrapolables a la sociedad en general.

Juicio en tiempo real

Por otro lado, el libro narra con detalle el modo en que se desarrollan los juicios en los Estados Unidos y la importancia de los jurados, alegatos y demás formas de actuar intervienen en los posibles resultados, hasta el punto de que es un buen ejemplo de como funciona la justicia en Norteamérica y como se puede ver afectada por los grupos de presión.

Me han encantado muchos de los alegatos construidos por los abogados para apuntalar su defensa muy eruditos y llenos de citas y reflexiones literarias. Por otro lado también, muy interesantes las diferentes triquiñuelas muchas veces ilegales utilizadas por la parte contraria a lo largo de la narración.

Represión religiosa.

En el libro además, se trata de todos aquellos libros que sufrieron la censura por parte de la iglesia en los diferentes Indices (Index librorum prohibitorum) en los que se incluyeron autores tan reconocidos literariamente como Zola, Balzaq, Victor Hugo, Rabelais, Descartes o Sartre y es interesante también su papel en una parte de esta narración. Vamos que todos los aspectos que pueden tener presencia en un juicio de esas dimensiones tienen cabida.

El realismo de la ficción.

Lo más llamativo es que todo está contado con tal realismo que llegas a buscar la existencia del libro juzgado y a plantearte si es cierto algo de toda esta narración ya que la presencia de escritores reales es constante así como ejemplos de casos anteriores y similares en la literatura, como las referencias al Ulises de Joyce y a los problemas para su publicación. Y como información, para todos aquellos a los que les pase como a mí, decir que el libro Siete minutos al que se hacer referencia en la novela, es una ficción, aunque al menos en mi caso me quedé con muchas ganas de leerlo.

Estilo narrativo

No había leido nada de este escritor y su estilo es totalmente transparente y cinematográfico, por lo que no es extraño que se llevase esta novela al cine, desgraciadamente sin demasiado éxito. Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la profusa documentación de toda la novela y cómo ha ido tejiendo la trama de los distintos momentos narrativos y los diferentes giros, muy sorprendentes y entretenidos.

Por ultimo, me han encantado, como ya he comentado, muchas de las afirmaciones y de las disquisiciones del abogado defensor que en muchos momentos son un canto a la libertad frente a la represión.

Los libros proporcionan un vehículo para la transmisión del pensamiento que no puede compararse con otras formas de expresión… Las otras formas de expresión pueden ser tan buenas o mejores para la distracción, la excitación o la provocación de una respuesta emocional, pero la palabra impresa es y será el medio más importante para la comunicación entre mente y mente en la que se basa nuestra civilización. Cualquier ejercicio del poder gubernamental que impida la libre circulación de libros constituye, en consecuencia, una gran amenaza para nuestra sociedad.

Un libro no era un conjunto de papeles. Un libro era una mentalidad, una persona, muchas personas, nuestra sociedad, la civilización misma.

Se dijo que, en último término, no era el arte lo que había que modificar, sino las personas.

Siempre eran las personas. Tener personas bien instruidas era como tener aire, aire libre.

Pág 803.

«Tener personas bien instruidas era como tener aire, aire libre.» repito esta frase porque ella en cierto modo nos da la clave en torno a la que gira toda la novela, sobre como es la libertad de expresión la única manera de garantizar que fluya el pensamiento, Podemos estar o no de acuerdo, pero lo importante es que podamos decirlo y pensarlo libremente.

Opinión personal

Aunque ya he reflejado de forma muy clara que me ha gustado mucho el libro, tengo que decir que me ha gustado sobre todo por lo que se dice y por su forma de revelar que muchas veces la sociedad puede confabular para lograr lo que desea. Es una obra en la que se defiende la libertad de opinión personal de forma muy clara y bien argumentada. Quizás pueda ser un libro de dificil lectura para algunas personas no solo por su longitud, sino por lo detallista de muchos de sus comentarios y referencias literarias muy al estilo judicial, pero a mi personalmente me ha encantado y se va derecho a mis lecturas recomendadas.

Sobre el libro

Buscando información sobre este libro del que nunca había leído nada he encontrado esta recomendación que realiza una profesora desde el punto de vista legal por sus aportaciones que me ha parecido muy interesante.

Por otro lado, aunque como he dicho se hizo una adaptación cinematográfica de esta novela no la he encontrado doblada al español y como es una novela en la que se habla mucho me ha dado pereza ver la película en inglés.

De todos modos, os dejo el link que he encontrado por si alguien tiene curiosidad aunque la película la ponen como mediocre. SI me animo a verla ya os diré lo que me parece.